Septiembre en Chiapas

Septiembre en Chiapas

viernes, 24 de febrero de 2012

De Desplazados y Nuevas Leyes







Por Zoé Robledo

El primer gran desplazamiento de población del mundo occidental fue voluntario y de naturaleza salvadora. Treinta y dos generaciones antes de Cristo, Moisés encabezó el éxodo del pueblo judío hacia la Tierra Prometida. En este proceso, los judíos llevaron su fe, su cultura y sus pocas pertenencias hacia un espacio anunciado y, tras perderse 40 años en el desierto, llegaron, más o menos felizmente a su destino. También la historia de México se inicia con un desplazamiento: el de los habitantes de la tutelar Aztlán, que emigraron hacia el sur -en un siglo todavía no determinado- seguramente como resultado de problemas ambientales que impidieron ya la vida humana misma. Al consolidarse el imperio, éste fue, a su vez, un permanente promotor de desplazamientos de pueblos que se negaban a pagar los tributos inherentes a su condición de vencidos.
Nuestra historia, pues, se puede escribir con la historia de los desplazados. Hoy, milenios después, las mismas necesidades siguen incitando ese fenómeno social, sobre todo en territorios donde las condiciones culturales, la conformación geográfica, la diversidad y la multiculturalidad, integran elementos latentes de desencuentro y vulnerabilidad.
Las personas internamente desplazadas son quienes se han visto forzadas u obligadas a abandonar su lugar de residencia por motivos de conflictos sociales o de catástrofes naturales y que, a diferencia de los refugiados, no han cruzado una frontera internacional. Generalmente, al dejar atrás vivienda, patrimonio, raíces y cultura; ponen en riesgo la vigencia de sus derechos más elementales. Como problema mundial es, incluso, más grave que el de los refugiados, porque es mayor y ha recibido menos atención: Actualmente, hay 16.2 millones de refugiados, en tanto que a lo largo y ancho del planeta hay más de 27.5 millones de desplazados internos.
Chiapas ha vivido en las últimas décadas sucesos dolorosos y aleccionadores: expulsiones de familias por motivos religiosos; la erupción del volcán Chichonal en 1982; el movimiento zapatista en 1994; el impacto del huracán Stan en el 2005; y más recientemente el deslizamiento de tierra en la comunidad de Juan del Grijalva en el 2007, a los que podrían añadirse los grandes proyectos hidroeléctricos iniciados desde la década de los años 50. Todos estos hechos tienen causas y orígenes diversos pero presentan un denominador común: el desplazamiento interno de población.
Se trata de un asunto serio y que debe atenderse de manera correctiva y, sobre todo, con las prevenciones, en todos los sentidos, que sean necesarias. Por esa razón, se ha promulgado la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en el estado de Chiapas. Se trata de un ordenamiento que define el fenómeno y dispone medidas tanto de atención a los chiapanecos que se vean obligados a cambiar de residencia y de prevención ante el mismo problema. El deseo es el de no tener poblaciones desplazadas, porque los cambios forzados de lugar de vida son verdaderos dramas que hieren no solamente a los que sufren el problema, sino también a los chiapanecos sensibles ante las tragedias humanas. Lo ideal es que el problema no exista, pero cuando se presente, es necesario afrontarlo con recursos consistentes.
La nueva ley tiene varios antecedentes. En ella se recoge la visión del Ejecutivo del estado en el sentido de que el asunto debía atenderse y, en ese orden, presentó una iniciativa sobre el tema. También se tomaron en cuenta las reflexiones de organizaciones sociales y académicas, así como del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), recabadas en el "Curso-taller Internacional sobre Desplazamiento Interno" que se celebró en Palenque, Chiapas, en septiembre del 2011.
La ley en cuestión obedece también a las sugerencias de Helen Clark, administradora mundial del PNUD, en el Congreso de Chiapas señaló: "Las leyes a favor de las personas internamente desplazadas, representan la legislación más progresista del mundo".
Como ejes estratégicos, la ley plantea dimensionar permanentemente el fenómeno; conocer y prevenir las causas del desplazamiento interno; garantizar la atención humanitaria; mantener la vigencia de los derechos y generar programas especiales para atender a los desplazados.
En Chiapas, se han enfrentado distintos problemas generados por la pluralidad. Se han promovido diversas normativas que se relacionan con los derechos humanos y con una mayor equidad jurídica y social, para todos los chiapanecos. Si alguna mujer u hombre en Chiapas ve violados sus derechos, en realidad se viola el derecho de todos. Si a un sector le hace falta personalidad jurídica y social, la equidad no existe para muchos. Y si no existe para muchos, no existe para nadie. En esa tesitura, Chiapas está a la vanguardia en referencia a la agregación de ordenamientos jurídicos para una mejor y más justa convivencia. Con esta legislación para proteger la vida, el patrimonio y el conjunto cultural de los desplazados internos, se consigue un nuevo avance. Para valorarlo, se requiere la reflexión serena y la mayor objetividad posible. No es mucho pedir y, con ello, hay mucho que ganar.
El autor es diputado local por la Sierra Madre de Chiapas y autor de la ley en comento.


lunes, 20 de febrero de 2012

Posicionamiento del diputado Zoé Robledo ante el pleno de la LXIV Legislatura del Estado de Chiapas, para argumentar a favor de la iniciativa de Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en el Estado de Chiapas. 14 de febrero de 2012

Con su permiso diputado, presidente
Compañeras y compañeros legisladores.
Amigos representantes de las distintas agencias de las Naciones Unidas
Representantes de los medios de comunicación
Señoras y Señores

En Chiapas se construye una ruta para nuestro desarrollo. Una ruta que pasa por el reconocimiento de nuestra diversidad. Que pasa por garantizar la igualdad de derechos. Que pasa por bridar un piso social básico que haga de la nuestra, una sociedad más justa, incluyente y con menor marginación y pobreza.
En los últimos cinco años hemos ahondado en la salvaguarda de los derechos humanos:
Incluimos la Declaración Universal de los Derechos Humanos en nuestra Constitución.
Reformamos instituciones.
Aplicamos políticas públicas para la protección a migrantes.
Erradicamos el arraigo.
Aspiramos a ser un estado en donde se respeten todos los derechos a todos.
En este sentido, es que se inscribe la iniciativa que hoy se discute y que tiene como propósito prevenir, atender y dar soluciones duraderas a un fenómeno social creciente en el mundo y presente, por múltiples causas, en Chiapas: El desplazamiento interno de población.
El desplazamiento de población, lo advierte la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), es un fenómeno de mayor importancia y magnitud a nivel internacional que el de los propios refugiados: En el mundo hay 16.2 millones de refugiados. Y 27.5 millones de desplazados internos.
Por ello, el Sistema de Naciones Unidas, ha hecho un llamado a los gobiernos, a las organizaciones humanitarias y a las instituciones públicas para establecer políticas deliberadas y crear leyes que prevengan el desplazamiento interno de población y se atienda humanitaria y responsablemente cuando se presente.
En Chiapas, por nuestra propia conformación social y por nuestra fragilidad a distintos fenómenos naturales, hemos vivido episodios que han tenido como resultado el desplazamiento interno de población: Conflictos religiosos, erupciones volcánicas, desarrollo de proyectos hidroeléctricos, huracanes y tormentas tropicales, grandes deslizamientos de terreno, disputas intracomunitarias y de manera particular el movimiento armado del EZLN en 1994.
Chiapas es un Estado complejo, diverso, multicultural y como toda sociedad encierra en su interior y en su territorio elementos latentes de desencuentro y vulnerabilidad.
Las personas internamente desplazadas, por cualquier causa, no solo dejan atrás su vivienda y su patrimonio, sino también sus raíces, su cultura y ponen en riesgo la vigencia de sus derechos más elementales.
Es un deber de Estado, garantizar la seguridad personal, familiar y patrimonial. Es un deber velar por la vigencia plena y absoluta de los derechos en toda circunstancia.
Entendemos que la acción institucional ante el desplazamiento interno de población debe ser ante todo una labor preventiva.
Nuestra aspiración es no tener población desplazada.
Pero como estado responsable, debemos prever situaciones emergentes. Establecer modelos de organización y acción gubernamental que respondan de manera eficaz y conforme a los modelos internacionales a un fenómeno tan complejo.

Este es justamente el propósito de la LEY PARA LA PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DEL DESPLAZAMIENTO INTERNO EN EL ESTADO DE CHIAPAS.
¿Por qué? Permítanme darles cinco elementos que contempla esta ley
Uno: Integrar un registro, saber con precisión cuántos desplazados hay en Chiapas.
Dos: Prevenir las causas del desplazamiento interno de población.
Tres: Garantizar la atención humanitaria.
Cuatro: Mantener la vigencia de derechos y la aplicación de soluciones duraderas a quienes se han visto obligados a abandonar su lugar de residencia como resultado de situaciones de conflicto, de violaciones a los derechos humanos o de catástrofes naturales.
Quinto: Dar origen al Programa Estatal para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno, así como al Consejo Estatal de Atención Integral al Desplazamiento Interno.
Esta ley se nutre de distintas experiencias y propuestas:
Recoge la perspectiva del ejecutivo del estado, quien en marzo de 2011 presento una iniciativa sobre este tema y que es el punto de partida de la iniciativa que hoy se analiza.
Toma en cuenta la rica experiencia de distintos foros y trabajos de organizaciones sociales y académicas y la contribución de distintas agencias de las Naciones Unidas como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Esta soberanía tuvo representación en el 7º Taller Internacional sobre Legislación y Población Desplazada, organizado por ACNUR, El Instituto Internacional de Derecho Humanitario y el Instituto Brookings, que se realzó en San Remo, Italia en el mes de junio de 2011.
En septiembre, en Palenque, se desarrolló el primer “Curso – Taller Internacional sobre Desplazamiento Interno” organizado por el gobierno del Estado de Chiapas, ACNUR, el Instituto Brookings y el Congreso del Estado de Chiapas.
Chaloka Beyani, Relator Especial sobre los Derechos Humanos de los Desplazados Internos de la ONU, nos envió un mensaje a Palenque: La vía legislativa es la vía idónea para atender el fenómeno del desplazamiento interno.
Aquí, en esta tribuna, en septiembre, lo dijo Helen Clark, administradora mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: “Esperamos leyes a favor de las personas internamente desplazada, eso representa la legislación más progresiva del mundo”
Honorable Asamblea,
Por convicción propia, por decisión soberana, por saber que la ruta de los derechos humanos es la nuestra, es que planteamos la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en el Estado de Chiapas.
Esta Ley es una buena Ley, es un cuerpo normativo que pone a Chiapas a la vanguardia en la defensa de los derechos. A la vanguardia de la defensa de quienes padecen, muchas veces, las horas y los días más difíciles en sus vidas.
De aprobarse esta iniciativa, Chiapas será la primer entidad federativa en México y el primer gobierno subnacional en el mundo en legislar en sobre este tema.
Motivo de orgullo sí, pero más que eso, reflejo de nuestro compromiso con los derechos humanos y con la perspectiva de que legislar, es una vía adecuada para incidir y transformar la realidad.
Todos los derechos son para todos y es nuestra vocación y nuestro deber atemperar la desigualdad y la exclusión. Crear leyes justas
Por todo ello, compañeros legisladores, solicité el uso de la tribuna: Para solicitarles hacer una justa valoración de ésta iniciativa, obrar en conciencia y votar a favor de ella.
Sigamos siendo desde el Poder legislativo, protagonistas de la historia moderna de nuestro estado. Sigamos siendo protagonistas de la historia del Chiapas del siglo XXI.
Muchas gracias

Comentario de Zoé Robledo, Barra de Opinión TV Azteca. Fondo Sierra Mariscal

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